Hace ya muchos años que el primer grupo de niñas y niños llegó desde los campamentos saharauis a Euskadi a pasar el verano. Desde entonces la coordinación del programa Oporrak Bakean ha ido cambiando, pero las causas por las que se puso en marcha siguen vigentes y la acogida temporal de estos y estas menores es más necesaria que nunca.
Los objetivos que persigue el programa Oporrak Bakean son los siguientes:
Objetivo general: acoger temporalmente en familias vascas o albergues a niñas y niños saharauis de entre 8 y 12 años residentes en los campos de población refugiada de Tinduf.
Esta acogida se fomenta por las siguientes razones:
- Alejar a los y las menores de las duras condiciones del desierto durante los meses de verano (temperaturas de más de 55ºC, tormentas de arena…).
- Mejorar la salud de las y los menores a través de una alimentación equilibrada, ingesta de cinco comidas al día, alimentos frescos, verduras, fruta, proteínas…
- Realizar revisiones médicas básicas y atender los posibles problemas de salud difíciles de detectar y tratar en los campamentos: problemas de visión, oído, salud bucodental…
- Facilitar que las niñas y niños saharauis conozcan una cultura y un idioma nuevo, y una realidad diferente a la de los campos de refugio.
- Sensibilizar a la sociedad vasca sobre la situación del Sahara Occidental y Pueblo Saharaui.
- Fomentar e impulsar el acercamiento entre la sociedad saharaui y la sociedad vasca.
El número total de niñas y niños saharauis que han pasado el verano en Euskadi ha variado durante los últimos años. El objetivo es dar la bienvenida a 300 niñas y niños.
Beneficios para menores y familias
Participar en el programa Oporrak Bakean es muy beneficioso para las niñas y niños saharauis, tanto por la mejora de su salud como por la experiencia y conocimiento adquirido, pero también lo es para las familias vascas que participan.
Entre otros aspectos, estos son los aspectos que más destacan quienes han participado:
Beneficios para las niñas y niños saharauis:
- Mejoran su estado de salud, gracias a la alimentación y a las revisiones médicas.
- Conocen una realidad diferente a los campos de población refugiada.
- Realizan nuevas actividades, imposibles de realizar en su lugar de residencia, mejorando sus capacidades personales y oportunidades de futuro.
- Aprenden una nueva lengua (o dos).
- Hacen nuevas amigas y amigos con quienes mantienen una relación duradera.
- Tienen una segunda familia, la primera en el Sahara, la nueva en Euskadi.
Beneficios para las familias vascas:
- Disfrutan de un verano inolvidable (o varios) con un miembro más en la familia.
- Tienen la oportunidad de viajar a los campamentos para conocer a la familia de la niña o niño que han acogido, y pasan a tener una segunda familia en el Sahara.
- Las niñas y niños de las familias vascas aprenden a gestionar la diversidad y fomentar valores como la solidaridad y la empatía.
- Conocen una realidad diferente y conviven con una nueva cultura.
- Descubren una nueva forma de afrontar las situaciones de la vida y aprenden a relativizar los problemas.
- Conocen de primera mano la situación del Pueblo Saharaui y se convierten en portavoces de su injusta situación.